A los pies del Cáucaso.


Desde que cruzamos la frontera, acompañamos a las montañas del Cáucaso en su camino al Mar Caspio. La cordillera va perdiendo altura, aun así, los picos de más de cuatro mil metros nos muestran sus blancas cimas. - ¿Quizá las primeras nieves de la temporada?-
Pedaleamos por una de las carreteras más bellas del viaje, que se abre paso entre frondosos bosques de hayas, robles y arces, paraíso éste de numerosos pájaros carpinteros que tamborilean en busca de larvas. También parece ser el hogar de numerosos mamíferos, como lo atestiguan numerosos animales muertos en la carretera.
Durante el día pedaleamos con unos agradables 20-25 grados, pero en cuanto se pone el sol, en las noches de tienda, la temperatura nos obliga a buscar esas prendas que teníamos olvidadas en el fondo de las alforjas.

No hay comentarios: